¿Cómo se entiende la personalidad desde la PIH?
De acuerdo con la definición de Allport (1975) en la Psicología Humanista se concibe lapersonalidad como la “organización dinámica, en el interior del individuo, de lossistemas psicofísicos que determinan su conducta y sus pensamientos característicos”(p. 47).
Esta organización es específica de cada persona lo que hace que cada serhumano sea único e irrepetible. La personalidad concebida de esta manera conlleva a
admitir la presencia de procesos no conscientes en el comportamiento humano,
aunque se priorizan las motivaciones conscientes que dirigen la conducta.
Las motivaciones son entendidas como impulsos internos que surgen de una situaciónde insatisfacción o carencia, que nos mueven a la búsqueda y realización de metas quetienen valor para nosotros (Gimeno-Bayón, 2002). Además se comprende que dichasmotivaciones o tendencias son variables a lo largo de la vida y se distinguen entre lasque están orientadas a la satisfacción de necesidades básicas de aquellas orientadas ala realización personal o meta-motivaciones (Maslow, 1991).
Por su parte, Gimeno-Bayón (2002) elabora una definición en la que la personalidad seentiende como “la estructura dinámica y relativamente estable (específica de cada
sujeto concreto) integradora de rasgos somáticos, emocionales, cognitivos, práxicos yexistenciales, mediante la cual el individuo influye en su ambiente y se deja influir porél.” (p. 15).
Tal descripción nos parece más completa en cuanto incorpora algunos
elementos importantes respecto a la anterior.
El primero, es que hace referencia a una dimensión estructural de la personalidad.Eneste punto la PIH integra la concepción desarrollada por Berne a través del modelo deAnálisis Transaccional (Gimeno-Bayón, 2002). Este autor estructura la personalidad entorno a tres tipos de patrones, a los que denominó estados del yo:
- Estado del yo padre es de origen externo ya que incluye los elementos
heredados de las figuras de referencia y se expresa a través de conductas
asimiladas, costumbres, prejuicios,…
- Estado del yo niño es interno y espontáneo comprende sentimientos,
interpretaciones y formas de actuar de cuando éramos niños. Contiene
aspectos como emociones primarias, creatividad, impulsividad, curiosidad,
pensamiento mágico…
- Estado del yo adulto que comprende conductas razonadas y valoradas en un
momento dado a partir de información interna (estado yo niño) y externa
(estado yo padre). Representa los procesos de análisis de la información, toma
de decisiones fruto de la reflexión…
A nivel funcional cada uno de ellos se caracteriza por un determinado tipo de
pensamientos y expresiones conductuales. El estado padre incluye las conductas de
control y nutrición propias de los padres biológicos. El estado niño es más complejo yen él pueden distinguirse varios tipos de conductas como las de sumisión, de rebeldía yde espontaneidad o naturalidad. El estado adulto integra la información procedente delos estados anteriores, es menos predecible ya que atiende al presente concreto ypresenta un funcionamiento lógico. En general, todas las personas están en disposiciónde utilizar los tres estados aunque la historia personal puede haber favorecido eldesarrollo de unos estados más que de otros.
El segundo, es que en la definición de la personalidad que hace Gimeno-Bayón ocupaun papel importante la revalorización de aspectos de la persona que son propiamentehumanos. Uno de estos aspectos es la voluntad en cuanto “… el individuo influye ensu ambiente y se deja influir por él” de forma activa. Otro de los aspectos destacadoses la importancia que se otorga a la libertad humana y en consecuencia a laresponsabilidad asociada a cada uno de nuestros actos tal y como lo expone Rosal(2003):
Al decir libertad, no me refiero única ni principalmente a la libertad respecto a
posibles presiones o coacciones exteriores, sino también a la dependencia ciega
y unilateral respecto a impulsos procedentes de uno mismo, o respecto a algún
sector de nuestra personalidad, desoyendo o reprimiendo otras cuyas
tendencias –en conflicto o al menos en desacuerdo respecto a las de aquélpodrían
ser más sabias, o al menos que merecerían un proceso de integración
de ambas, en una tercera vía más fiel a uno mismo y más creativa. (p. 17)
En este sentido también se considera que los valores éticos, olvidados frecuentementeen el campo de la psicología, constituyen un núcleo importante de la personalidad y sereconoce una dimensión ética en las tendencias de la persona psicológicamente sana.
Finalmente, el tercero consiste en que en esta conceptualización de la personalidad seintegran de forma explícita todas las dimensiones de la persona incluidas la corporal, lainterpersonal y la existencial. La propia autora afirma que “nuestro cuerpo es algomás que una máquina biológica que sirve de soporte a la actividad psíquica. Ladimensión corporal está estrechamente ligada y en continua interacción con las otrasdimensiones de la personalidad” (Gimeno-Bayón, 2002, p. 73).
Desde esta perspectiva holista el cuerpo es precondición y mediación de los fenómenos psíquicos, es lenguaje,es memoria, es información, pero también es encuentro, porque la dimensión corporalse halla muy vinculada a la dimensión relacional de la personalidad. Muestra de ello esque como afirma Carballo no es el cerebro el órgano de la comunicación humana sino
que es la comunicación la que hace al cerebro humano (Gimeno-Bayón, 2002). Por
este motivo desde la Psicoterapia Integradora Humanista se destaca la relevancia de laexperiencia relacional para el crecimiento personal o, dicho de otro modo, para el
desarrollo de una personalidad sana.
En resumen, puede afirmarse que en el marco de este modelo la personalidad sana esentendida como un fluir armonioso de energía a través de las experiencias vitales queconstituyen ciclos de satisfacción de las necesidades tanto de supervivencia como decrecimiento en el sentido de la autorrealización (Maslow, 1991, 1994). El ser humanotiende inherentemente a la integración de su personalidad a través de la emergenciadel sí mismo que surge como logro de la autorrealización.
Darrera modificació: dimecres, 30 de desembre 2015, 13:20